«La prevención es fundamental en cualquier enfermedad, pero en Salud Mental prácticamente es inexistente, y la continuidad terapéutica, tan importante, es un desastre. Desde que tienes la primera visita, hasta las siguientes, pasan meses. Todos, todos, todos los pacientes se quejan de lo mismo. Imagínate que tu médico de familia fuese siempre uno distinto… A nadie le entra en la cabeza que eso suceda. En Salud Mental, tendría que pasar lo mismo, pero no es así. No tienes que ‘desnudarte’ y contar tu vida, cada vez que vas, a una persona diferente… Por supuesto que, si no hay una buena sintonía con un facultativo, has de tener el derecho de poder cambiar, pero que ese profesional te siga. Sin embargo, no existe la continuidad terapéutica efectiva por ese problema», reflexiona Ana González, presidenta de la Fundación Salma, entidad constituida en 2020 para «impulsar reformas estructurales» encaminadas a la mejora de la calidad de vida y las oportunidades para las personas con problemas de salud mental. «Una persona con un problema de salud mental tiene los mismos derechos que cualquier otra persona con otro tipo de patología. La Salud Mental no puede continuar siendo considerada como la hermana pobre de la sanidad. Hay que darle los recursos que necesita», reivindica.
En el Día mundial de la Salud Mental, que se conmemoró ayer, desde Salma han puesto el foco en varias cuestiones que estiman «prioritarias». La primera es «la prevención, fundamental en todo tipo de enfermedades». «La prevención salva vidas. En Salud Mental, también. Con una buena intervención terapéutica a tiempo, el desarrollo de una enfermedad de ese tipo (aunque estemos hablando de una dolencia grave) va a tener un curso que podrá permitir a esa persona llevar una vida más o menos normalizada», resalta González. Hace apenas unos días, la entidad que preside anticipó que la atención psiquiátrica infanto-juvenil en Galicia se ampliará hasta los 18 años. El conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, lo confirmó, ayer, en el Parlamento.
«Celebramos mucho esta medida, pero reclamamos que se lleve a cabo de manera realista, y no acabe siendo solo un titular. Tendremos que estar vigilantes de que venga acompañada de la dotación presupuestaria necesaria que permita llevarla a cabo. Si no, sería un brindis al sol», subraya la presidenta de Salma. «Puede ser que la incluyan en el Plan de Saúde Mental. No obstante, si eso no se acompaña de un incremento considerable de profesionales en todas las unidades de Salud Mental infanto-juvenil y en todos los dispositivos, y de un aumento considerable de camas hospitalarias de agudos de infanto-juvenil, más que una ventaja, supondrá un retroceso y un caos en un sistema que ya está colapsando», advierte, antes de considerar que, en Salud Mental, «falta de todo».
«Galicia cuenta solo con seis camas de hospitalización de agudos de infanto-juvenil en el Hospital de Santiago, y otras tantas en el Álvaro Cunqueiro de Vigo. Doce camas para toda la comunidad cuando, en el País Vasco, con una población semejante a la nuestra, tienen 24», sostiene González, quien asegura que «se está ingresando a niños de 12 y 13 años en las unidades de adultos, con todas las consecuencias que eso acarrea». «¿A qué hay que esperar para incrementar el número de camas de hospitalización de agudos de infanto-juvenil?», plantea la presidenta de Salma. Por si fuera poco, afirma, «la lista de espera para entrar en las pocas que hay es de meses»: «Esto nos lo han trasladado las propias familias. Estamos hablando de los casos más graves, que requieren una atención urgente y más especializada… y tienen que esperar meses».
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«También nos preocupan muchos los casos más graves de adultos, de los que nadie habla», prosigue González. «En 2008, había 560 camas residenciales para personas con enfermedad grave y crónica, con poca autonomía y que necesitan un soporte sociosanitario continuado. En 2018, diez años después, eran 131, pese a que la demanda nunca paró de crecer, y el actual Plan de Saúde Mental solo prevé la creación de un centenar», señala la presidenta de la Salma, quien hace hincapié en que «lo más urgente» es el problema «estructural» de «falta de recursos general, tanto en infanto-juvenil, como en adultos», y «la falta de camas residenciales para los casos graves». «Sin un desembolso importante en el próximo Plan de Saúde Mental, seguiremos con los mismos fallos, las mismas demandas, las mismas problemáticas y el mismo sufrimiento. Urge una gran inversión, una apuesta por la Salud Mental. Hacer, entre todos y todas, que sea una prioridad», reivindica.
El impacto del entorno y las conductas de riesgo en la salud mental de niños y adolescentes
Con motivo del Día mundial de la salud mental, que se conmemoró ayer, el Salón de Actos de la ONCE en A Coruña fue escenario de una Jornada sobre Salud Mental en la infancia y adolescencia, organizada por la Fundación Salma, el Colexio de Educadoras e Educadores Sociais de Galicia (Ceesg), la Fundación Fidmag (Germanes Hospitalàries Research Foundation), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CiberSam) y el Concello coruñés. El encuentro contó con ponencias sobre el impacto del entorno y conductas de riesgo en la salud mental, a cargo de Raquel Fernández Domínguez, educadora social del Ceesg; la doctora Bárbara Arias Samperiz, bióloga del CiberSam; y Ana Aquino Servín, psicóloga de la Fundación Fidmag.
La cita se centró en el impacto “determinante” de los factores ambientales, sociales y familiares en el desarrollo mental de los de menos edad. La educadora social Raquel Fernández Domínguez ofreció la charla Entendiendo el cerebro para educar desde la prevención, mientras que la doctora Bárbara Arias Samperiz habló de los efectos del consumo de cannabis sobre la salud mental de la población joven. La psicóloga Ana Aquino Servín, por su parte, abordó el impacto del conocido como binge drinking, los atracones de alcohol en un corto espacio de tiempo, en el cerebro del adolescente.