La epidemia de salud mental hace mella en los más pequeños, hasta el punto que en la Comunidad se han disparado los trastornos psíquicos entre menores de edades comprendidas entre los 10 y los 14 años. Así lo manifiesta Juan Antonio Carmona, presidente de la Asociación de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria de la Región de Murcia (Apermap).
Carmona hizo estas afirmaciones a La Opinión a propósito de un comunicado lanzado a nivel nacional por la Asociación Española de Pediatría (AEP), que alerta de «la alarmante situación de deterioro de la salud mental que están sufriendo los menores españoles».
«Si antes de la pandemia la situación ya era complicada, puesto que aproximadamente el 10% de los niños y el 20% de los adolescentes padecía algún tipo de trastorno mental, el escenario actual es de absoluta emergencia, pues la cifra se ha disparado a hasta un 47% desde entonces», apunta la doctora Paula Armero, coordinadora del Comité de Salud Mental de la AEP. Aunque el responsable de Apermap concreta que los datos son a nivel nacional y «es difícil extraporlarlos a Murcia», resalta que «sí hemos notado que ha habido un aumento, un repunte» del menoscabo de la salud mental de los menores de edad.
Así, explica que el deterioro de la salud mental en la Región «es un problema que ha ido aumentando» con los años. Y pone el foco en el coronavirus y en «la falta de interacción social, al aislamiento que produjo, que desencadenó». Estar encerrados hizo mella en menores, muchos de ellos muy pequeños entonces.
“Percibir el problema”
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Pero no solo se debe a la pandemia: el repunte de los trastornos en menores «está relacionado con sus hábitos digitales», destaca el médico. Niños y adolescentes, o sus parientes adultos, han de revisar «el tipo de relación que tienen con móviles y ordenadores», hace hincapié. En tercer lugar, también pone el acento en «el contexto personal y familiar» de cada menor de edad afectado. En este entorno, de ser adverso, podrían darse factores de riesgo.
Problemas como «ansiedad, depresión y trastornos en el comportamiento alimentario» están notándose «de forma más llamativa» en menores que tienen entre 10 y 14 años, detalla Carmona, al tiempo que puntualiza que «por debajo de esa edad, lo que más hay son trastornos de hiperactividad, con déficit de atención».
A la pregunta de cómo se pueden prevenir estos problemas en los niños, el presidente de Apermap recalca que «lo primero es percibir y ver el tamaño del problema». «Ante cualquier duda, la familia debe consultar al pediatra» y tener presente que es probable que el menor «necesite terapia psicológica e incluso fármacos, todo ello a través de salud mental».
Aislamiento y estética
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En cuanto a cuáles son los síntomas que pueden indicar que un adolescente tiene un problema, Carmona desgrana que «hay tendencia al aislamiento, a no querer salir, a aislarse en su habitación», así como «rechazo de algunos comidas, obsesión por el peso y la estética». Del mismo poder, empiezan a aflorar conflictos de aprendizaje en niños que no los han tenido previamente. «Te llaman del colegio, eso es una primera señal», sentencia Carmona.
“La falta de herramientas para identificar y manejar problemas de salud mental en el hogar es un desafío que agrava la situación”
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El doctor Pedro J. Rodríguez Hernández, presidente de la Sociedad de Psiquiatría Infantil (SPI), destacó que «estamos aterrorizados por la elevada prevalencia». En un comunicado remitido a los medios por la AEP, este médico manifiesta que «los programas de salud del niño sano deberían ampliar el contenido en salud mental, incluyendo test de screening». El test de screening es una prueba que se utiliza para la determinación precoz de dolencias y que permite conocer la posible prevalencia de una enfermedad que afecta a una población.
Pedro J. Rodríguez Hernández insiste en que «lo que queremos conseguir es realizar una guía de práctica clínica, pero eso depende del Ministerio de Sanidad». A su juicio, «esta guía no solo debe enfocarse en trastornos mentales, también en estilos de crianza y parentalidad, y en todos los factores que pueden ser de riesgo».
“Alianzas sociales”
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En su comunicado (emitido porque el 8 de octubre, el próximo martes, es el Día del Pediatra), la Asociación Española de Pediatría llama a «establecer alianzas con entidades del ámbito educativo y social para implementar programas de apoyo y formación que acompañen y guíen a las familias».
En este sentido, tacha de «fundamental» el hecho de «fortalecer la comunicación entre profesionales de salud, familias y estas entidades, creando un entorno de confianza que permita a los padres identificar problemas y actuar de manera temprana y evitar el desarrollo de patología mental grave».
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Y es que «la falta de herramientas para identificar y manejar problemas de salud mental en el hogar es un desafío que agrava la situación», asevera el doctor Rodríguez Hernández.