La consejera de Salud, Conchita Saavedra, anunció ayer en la Junta la contratación de siete psiquiatras y seis psicólogos que acaban de concluir su formación en el Principado. Además, señaló, “estamos hablando con otros dos psicólogos de fuera de Asturias para que también puedan trabajar aquí”. Y para este mes de octubre está prevista la incorporación de nueve enfermeras de salud mental, seis trabajadoras sociales, tres terapeutas ocupacionales y tres auxiliares de enfermería, subrayó Saavedra.
La titular de Salud realizó este anuncio en el marco del pleno del Parlamento regional, como respuesta a una pregunta de la diputada del Grupo Mixto Covadonga Tomé sobre “el anunciado pacto por la salud mental”. Es de anotar que tanto psiquiatras como psicólogos son perfiles profesionales que actualmente escasean en el mercado.
Tomé dio la “enhorabuena” a Saavedra por las contrataciones recientes, hizo hincapié en que “la salud mental no es sólo asunto de los psiquiatras” (pese a lo cual reclamó para Asturias una ratio más alta de estos especialistas) y remarcó el papel del resto de profesionales del sector, “y muy concretamente de las trabajadoras sociales”. La diputada reclamó una mejora de la atención en salud mental para dos franjas de edad: los menores de 14 años y para los mayores de 60 años.
Saavedra aseveró que el citado pacto “es un tema de toda la sociedad asturiana” y agregó que algunos objetivos “imprescindibles” en su desarrollo consisten en “sensibilizar a la ciudadanía” y “garantizar una financiación adecuada”.
Acerca de la hoja de ruta que se seguirá en adelante, señaló que “a finales de este mes o a principios de noviembre” se creará un foro de salud mental en el que participarán el movimiento asociativo, colegios profesionales, sociedades científicas, asociaciones de padres y madres (AMPAS) del sector educativo, ayuntamientos, la Universidad de Oviedo y responsables de la Consejería y del Servicio de Salud (Sespa).
Este foro –detalló Conchita Saavedra– será el encargado de “elaborar un primer borrador que se marcará objetivos”. Ese documento se remitirá a un segundo foro de debate en el que estarán las consejerías, la Federación Asturiana de Concejos (FACC), la Administración General del Estado, la FADE (empresarios) y los sindicatos. A este grupo le compete el diseño de “un segundo borrador que a su vez dará pie a un documento” que la Consejería de Salud llevará a la Junta “para debatirlo con los grupos políticos hasta lograr un documento final que será el pacto por la salud mental”, indicó la consejera de Salud.
La idea, apostilló la doctora Saavedra, es que el pacto por la salud mental “sea una declaración de intenciones que comprometa a las entidades participantes y marque el nacimiento de la ley de salud mental de Asturias”.
El cronograma que maneja la Administración sanitaria habla de “alcanzar un pacto por la salud mental antes del verano de 2025” y que la ley de salud mental entre en la Junta “en el último trimestre de 2025 para que pueda ser aprobada en 2026”.
En el epígrafe de infraestructuras y equipamientos, la Consejería de Salud prevé completar la red asistencial a medio plazo con un centro de atención en el área II que reúna todos los dispositivos de salud mental del área, con cabecera en Cangas del Narcea. Además, en la comarca del Nalón se rehabilitará el antiguo colegio de La Salle, en Ciaño, como nuevo recurso comunitario que integrará los programas que ahora se desarrollan en el Hospital Adaro e incorpore más prestaciones.
Asimismo, Salud tiene previsto abrir un nuevo centro de día en Gijón, concretamente, en el centro de especialidades Doctor Avelino González de Pumarín. Además, se ha incrementado la cifra de plazas de la unidad de hospitalización de adolescentes del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), con el objetivo de llegar a diez camas. Paralelamente, el Principado trabaja en una Estrategia de Bienestar Emocional en Adolescencia y Juventud desde un abordaje integral y comunitario.
Con relación a un problema de primera magnitud, como es el suicidio, la sanidad asturiana está ultimando una estrategia que recoge una medida novedosa: la implantación de una “agenda única del suicidio”. “Lo que se persigue es una práctica alineada de la mayoría de los actores que pueden aportar algo con el fin de ir produciendo cambios culturales, de opinión, en los servicios y en la sociedad civil”, indicó a este periódico Ángel López Díaz, director general de Salud Pública y Atención a la Salud Mental del Principado.
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Tradicionalmente, las tasas de suicidio del Principado han figurado y continúan figurando en la parte alta del ranking nacional. “El suicidio es un problema de salud pública desde hace muchos años en nuestro país y en nuestra comunidad”, admitió Ángel López.